TODO SOBRE LAS PLUMAS Y PLUMAJES
ESTRUCTURA DE UNA PLUMA TÍPICA
La
estructura de una pluma es muy compleja, podríamos decir que se trata de una
lámina subdividida finamente en gran cantidad de elementos. En una pluma típica,
la parte central es conocida como raquis,
que le sirve de eje y tiene el aspecto de una caña hueca; a pesar de ser una
estructura muy ligera, le da la rigidez necesaria para mantenerla firme. La
parte inferior del raquis es más ancha y hueca, generalmente desnuda se le
denomina cálamo o cañón, es la parte
por la cual la pluma está insertada en la piel. El cañón tiene en la parte
inferior un orificio denominado ombligo
inferior que es por donde la pluma es alimentada durante su crecimiento. El
cañón es hueco, puesto que la pluma es una estructura muerta, como las uñas, y
una vez que ha terminado de crecer, los vasos sanguíneos que la alimentaban se
retiran y queda el espacio vacío. En la parte superior del cálamo el raquis
empieza a aplanarse y encontramos, justo en donde termina el cálamo, otro
orificio denominado ombligo superior que
es por donde el cuerpo laminar de la pluma emergió al comenzar a crecer. El
raquis está relleno de sustancias muertas, pigmentos y proteínas, que quedaron
ahí como resultado de su desarrollo.
En
los márgenes laterales del raquis crece el vexilo,
estructura a manera de lámina dividida en dos partes opuestas. Es el cuerpo
visible y de mayor área de la pluma, formado por una complicada red de uñas
entrelazadas llamadas bárbulas, que
dan la textura de un tejido muy ligero con la capacidad de soportar una carga
pesada por unidad de área, principio que permite a las aves volar. Las bárbulas
parten de láminas delgadas y rectas en posición perpendicular al raquis
llamadas barbas, que se disponen en forma paralela a lo largo del raquis como
las hojas de una palma. De las barbas se proyectan las bárbulas de manera
perpendicular, cada una de las cuales lleva varios ganchos (ganchillos), los cuales al entrelazarse
con los de las bárbulas adyacentes forman la intrincada red del vexilo. Obtener
la textura necesaria es muy fácil, tomemos una pluma cualquiera y abramos su
tejido, posteriormente, con un simple movimiento de la mano nos daremos cuenta
de lo fácil que es restituirle su textura original. Las aves hacen esto
ayudadas de su pico, a lo que se le llama acicalamiento, actividad en la que
algunas especies invierten largos periodos de tiempo para el mantenimiento de
las plumas.
Las
barbas de la parte basal del vexilo tienen muy pocos o ningún ganchillo, lo que
les da un aspecto laxo. En las plumas del cuerpo, la parte superior del vexilo
queda hacia afuera, lo que le confiere al contorno del cuerpo sus
características aerodinámicas, pues todas las plumas se encuentran dirigidas
hacia atrás, propiciando una circulación del aire con menor resistencia. La
parte laxa queda hacia el interior, produciendo que el aire quede atrapado,
formando una bolsa que tiene una función de aislamiento. Ocasionalmente, sale
del ombligo superior una estructura similar a una pluma pequeña que se llama hiporraquis. Esta estructura está
presente en algunos grupos como las ratites
y las gallináceas, y se cree que es
una reminiscencia derivada de la formación en hoja doble de las escamas de los
reptiles.
LA
FORMA DE LA PLUMA DEPENDE DE SU FUNCIÓN
Esquema
de un ala típica, mostrando las diferentes plumas que la componen.
Las plumas
de contorno en las diferentes partes del cuerpo se han modificado en tamaño,
rigidez y estructura para desarrollar diferentes funciones.
Plumas primarias: Se llama plumas primarias a las que
se localizan en los extremos de las alas y que se encuentran insertadas en los
huesos de la mano. Son largas, fuertes y rígidas, tienen la función primordial
del vuelo, proporcionando la fuerza de propulsión y la velocidad del vuelo. Su
número generalmente es de nueve a doce en las aves que vuelan, aunque algunas
aves, como los avestruces, tienen 16 y les sirven solamente de adorno.
Plumas secundarias: Las plumas secundarias también se
encuentran en las alas, en la parte interna y paralelas a las primarias; están
insertadas en el hueso del antebrazo. Junto con las primarias son denominadas plumas remeras o remiges, (pues sirven para "remar" en el aire),
y su función principal es retener el aire durante el vuelo facilitando la elevación
y ayudando al sostén del ave en el aire. Su número es muy variable, y depende
de la longitud del antebrazo, que está en estrecha relación con el tipo de
vuelo de las aves.
Plumas timoneras: Las plumas timoneras o rectrices son aquellas que forman la cola
y participan, como su nombre lo dice, en la dirección del vuelo, de manera
semejante a la cola de los aviones, y para efectuar los movimientos de maniobra
aérea y aterrizaje. La cola actúa como
un timón, dándole al pájaro balance y manejo.
Actúa como un freno al ser volteada hacia abajo. Al elevarse, las plumas de la cola se
extienden para aumentar la superficie de área y conseguir mayor levantamiento.
A las plumas remeras y
timoneras se les llama en conjunto plumas de vuelo, por su importante
participación en él. En la base de cada una de las plumas de vuelo, por la
parte superior y la inferior, se encuentran algunas capas de plumas de contorno
llamadas cobertoras, que son plumas
acompañantes que participan en dar al ala una superficie aerodinámica y soporte.
OTROS TIPOS DE PLUMA
-El plumón: permanece por debajo del resto de plumas, rozando la piel del ave. Además de actuar como aislamiento térmico, permite que las aves acuáticas puedan flotar.
-Las filoplumas: se sitúan por debajo de las plumas de contorno, unidas a unos receptores sensoriales que se encuentran en la base de la pluma. Se encargan de enviar información sobre el aislamiento y posición de las plumas.
-Las cerdas: permanecen alrededor del pico de las aves insectívoras. Su función sensorial permite captar insectos en pleno vuelo.
FORMA
DE ALAS Y PLUMAS DEPENDIENDO DEL TIPO DE VUELO.